+52 222 812 6913
info@cesuma.mx

Titulación Oficial 
Calidad Europea 

InicioDesarrollo EspiritualVivir más conscientes

Vivir más conscientes

Vivir a consciencia es un reto. Estamos conformados físicamente por un montón de terminaciones nerviosas, que nos hacen responder a los diferentes estímulos del entorno. De la misma forma, por la mente se pasean libremente las ideas y los pensamientos, en ocasiones como atrapados una y otra vez dando círculos, y en otras solo dieron un paseo corto diluyéndose o dejando de tener importancia. Todo lo anterior, operando a veces sin que nos demos cuenta. Poner la atención en un solo lugar o estar atento a todo, cuesta.

Vivir más conscientes es de esas cosas que suenan simples, y no es que no lo sean del todo, pero que implican un reto, un esfuerzo extra. No por suponer trabajo, significa que sea aspiracional o que poca gente lo alcanzaría, sino, a mi modo de ver, es más bien la invitación a formar los sentidos, especialmente los del corazón, para adentrarse en los profundos beneficios que se obtienen al ser conscientes.

Ser más consciente a veces duele, moja, quema, pero me ayuda a ver más allá de lo evidente.

Vivir más consciente me hace saborear los momentos, gustarlos. La consciencia me provoca dar gracias, recordar algo que estaba arrinconado, me hace poner luces donde solo había sombras.

También me hace corregir, rectificar, encontrar dónde me he equivocado. Cuando estoy consciente de algo me voy con más cuidado, me hago más preguntas, actúo diferente, me convierto en alguien mejor, me atrevo a más.

Cuando intento vivir más consciente, también estoy más atento a los demás, a cómo están, qué momento pasan, intuir cómo estar con ellos, acompañarlos.

Vivir con mayor consciencia me prepara para descubrir algo más cuando cuesta ver distinto, cuando parece que no hay otra cosa, me invita a encontrar otros signos, leer entre líneas, sacar la paja y llegar a lo más fundamental, sin impedimentos ni distracciones.

En lo personal, “vivir a consciencia y no solo en automático” está en entrenamiento. Empiezo a convivir con esa experiencia de repente, me reconcilio y la dejo entrar en mis rutinas más a menudo, la dejo que cambie mi perspectiva, me empiezo a sentir cada vez más cómoda en su presencia. Es aquí donde encuentro el mayor reto: poner las condiciones más adecuadas para vivirla y no solo confiar en que yo pongo los medios, sino que puedo pedirlos y dejar que ocurran.

Hacer pausas, guardar silencio, bajar los ruidos, observar más, respirar más hondo, poner en orden y darle palabras a lo que sientes, escribir, escuchar con atención, dejar a un lado el teléfono, repasar un día, retirarse, desconectarse, dejarse sentir.

¿En dónde quiero y con quiénes quiero vivir más consciente? ¿Cuáles son esos lugares en donde se necesita de mi consciencia y atención plena? ¿Para qué quiero y de qué me serviría hoy vivir más consciente?

A mi me sirve para estar más consciente de por dónde Dios pasa en mi vida. En donde quiere decirme algo, en donde quiere sentarse a acompañarme, mostrarme algo, dónde me invita a estar de otra forma. Me sirve para percibirlo aún en la tormenta, en donde más cuesta, en donde yo creo que nada me habla de Él. Me sirve para encontrarme y relacionarme de mejor manera con los demás, con esas personas de mi mundo con las que convivo a diario.

Poco a poco, estas pequeñas caídas en cuenta también “suceden”, incluso, a pesar de mis propios obstáculos. El reto se vuelve oportunidad y la vida se convierte en un lugar lleno de hermosas experiencias, que merecen vivirse a consciencia.

Últimas entradas de Melisa Gudiño (ver todo)

¡Comparte este artículo!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

cuatro + 7 =

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.

body, p { line-height: inherit; }