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Las cinco vías para la nueva evangelización

Introducción

La nueva evangelización de acuerdo con San Juan Pablo II nos implicaba “remar mar adentro”, esto ya desde inicios del tercer milenio.

Haciendo énfasis en sus palabras, cito la frase que hasta ahora sigue siendo el parteaguas del significado de la nueva evangelización: “se trata de llevar a Cristo con un nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones” (Juan Pablo II, discurso a la 19 Asamblea del CELAM).

El adjetivo “nuevo, nueva” no significa la renuncia del pasado, o la renuncia de la misión practicada hasta hoy. Es nueva porque hay nuevos retos y nuevas situaciones en las que sembrar el Evangelio, es decir, el estilo de vida y espacios de misión han cambiado.

Conversión pastoral para la evangelización

Más bien, se trata de una revisión de las prácticas pastorales, tema desde el cual el Papa Francisco ha hecho énfasis en Evangelium Gaudium, centrándose en la llamada hacia la conversión pastoral (EG 11).

Cristo es «el mismo ayer, hoy y para siempre» (Hb 13,8). Él es siempre fuente constante de novedad. Él siempre puede renovar nuestra vida y nuestra comunidad. Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina.

Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangelizadora es siempre «nueva».

Cuando Dios originó el universo, lo llenó con la esencia. Según el filósofo Peter Kreeft, «Todo lo que existe encierra, de algún modo, la verdad, la bondad y la belleza». Además, todos, al ser portadores de imago Dei (imagen de Dios), poseemos la capacidad de discernir la verdad, anhelar lo bueno y apreciar la belleza.

Nuestro profundo anhelo por la verdad, la bondad y la belleza surge de la convicción de que estos valores son un reflejo de Dios. Al buscar activamente la verdad, la bondad y la belleza en nuestra existencia terrenal, estamos siguiendo la esencia del Señor.

Cinco vías para la evangelización

El Obispo Robert Barron de Chicago hace referencia a estos tres trascendentales, como parte de una propuesta de las cinco vías para llevar a fe y evangelizar en las fronteras:

  1. La “vía del bien”. Hace referencia a la justicia y las obras de misericordia en nuestros ámbitos de vida. Es prolongar el amor de Dios en nuestros espacios, es actuar desde los valores que brotan de seguir a Jesús.
  2. La “vía de la belleza”. Parte de la contemplación de lo estéticamente bello: una obra de arte, la naturaleza, la profundidad de la liturgia, el servicio a los demás o la belleza de una vida entregada a su vocación, entre otros
  3. La “vía de la verdad”. Tiene que ver con el anuncio de la verdad, transmitiendo de forma persuasiva y comprensiva el evangelio. Es la forma más certera de llegar a los corazones de las personas que están dispuestas a buscar y querer encontrar lo verdadero, lo que permanece.
  4. La “comunidad misionera”. Para comunicar a Dios en la frontera no necesitamos referirnos al magisterio de la Iglesia, sino hablar de lo que Dios ha hecho en nuestra vida. Es salir al encuentro de los demás de forma que la misión sea un gesto, una palabra, una escucha activa y la apertura a la gracia del Espíritu Santo.
  5. La “vía de la creatividad”. Supone adentrarse en las nuevas formas de comunicación, como por ejemplo las redes sociales. Cuenta una anécdota que un joven que odiaba la Iglesia, pero era apasionado de la música de Bob Dylan encontró un vídeo del obispo Barron hablando sobre el músico; se quedó a escucharlo, y se enganchó con otro vídeo, y otro… y eso llevó a su conversión.

Conclusión

Como Iglesia misionera que somos, formemos parte de estas vías que pueden llevar a otros al encuentro con Jesús, y sobre todo, tomemos en cuenta siempre la congruencia de nuestras acciones con nuestro estilo de vida.

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