+52 222 812 6913
info@cesuma.mx

Titulación Oficial 
Calidad Europea 

InicioDesarrollo EspiritualVivir desde el agradecimiento

Vivir desde el agradecimiento

¿Has disfrutado alguna vez de una puesta de sol?, ¿te ha hecho feliz una taza de café, té o chocolate?, ¿te han dado luz las palabras de alguien?, después de una experiencia de dificultad ¿te has experimentado con mayor fortaleza o has descubierto nuevos aprendizajes?… De todo esto que vives, disfrutas y que la vida te regala a diario ¿te has parado a agradecer?

Agradecer es valorar y apreciar todo aquello que recibimos de Dios, de la vida, de otros y hasta de ti mismo. Este hábito es fundamental en nuestras vidas porque nos ayuda a percibir todo lo que recibimos y cómo lo gestionamos en el día a día.

En todo momento estamos recibiendo, solo que muchas veces pasa desapercibido porque damos por hecho que al día siguiente ahí estarán las mismas cosas que tenemos. Hasta que pasa algo: una pérdida, un accidente, una dificultad… que nos permiten ver y valorar aquello que teníamos. Aquí aplica esa frase que dice: “no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”.

Pero no es necesario esperar a que algo pase para valorar lo que tienes. Para desarrollar este hábito del agradecimiento necesitamos vivir el momento presente, porque solo cuando eres capaz de disfrutar eso que estás viviendo puede brotar el agradecimiento.

Puedes empezar a desarrollar este hábito viendo qué te ayuda más a dar este paso; si lo haces por la mañana o por la noche, si lo haces mientras estás de camino a tu destino o poniendo un momento puntual para hacer una parada. Todo momento es oportuno para valorar la generosidad con la que recibimos.

Para hacer tu agradecimiento puedes tener presente lo siguiente:

  • Revisar lo que ha pasado en tu día. Puedes pensar en aquello que más disfrutaste o que te puso contento, pero también aquellas experiencias que en cierto modo dificultaron tu modo de estar en la vida, porque al final estas vienen a nuestra vida para aportar algo, aunque en el momento no lo distingamos.
  • Recoge en un cuaderno aquello por lo que das gracias. Tener por escrito eso por lo que agradeces se convierte en una fuente de aliento principalmente para los momentos de crisis.
  • Expresa tu agradecimiento. Muchas veces no se tiene la oportunidad de volver a tener frente a ti a la persona que te gustaría agradecerle, si es así, puedes expresar tu agradecimiento teniendo gestos de generosidad con las personas más cercanas a ti. Pero en caso de que puedas hacer esto, mejor expresate y hazle saber que valoras y aprecias lo que ha hecho por ti.

Como lo comentaba anteriormente, el agradecimiento puede ser hasta para ti mismo, a veces tomamos decisiones que nos ayudan a valorar lo que somos o a descubrir más de nosotros y es ahí donde nos damos algo que aporta a nuestra persona y porque lo valoramos también lo recogemos y nos lo expresamos.

Quizá luego pueda llegar el momento en el que de modo espontáneo, mientras disfrutas de un cielo azul o de la lluvia, cuando abrazas o te abrazan, en medio de los momentos de claridad u oscuridad, en el día a día pueda emerger desde lo más profundo un !Gracias!

Últimas entradas de Diana Cortes (ver todo)

¡Comparte este artículo!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

nueve − cinco =

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.

body, p { line-height: inherit; }