
¿Quién decide por todos?
En democracia, los gobiernos toman decisiones que afectan a millones de personas. Desde el precio del transporte público hasta la gestión del agua, todo acto de gobierno tiene implicaciones colectivas. Sin embargo, no todas las decisiones se toman con base en los intereses de la comunidad. Muchas veces, se priorizan intereses particulares, económicos o políticos.
En este contexto, formar profesionales capaces de comprender y gestionar el bien común es fundamental. La Universidad CESUMA lo sabe y por eso, en su Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública, forma a sus estudiantes con una visión ética, crítica y técnica para transformar la gestión pública.
¿Qué son los intereses colectivos?
Los intereses colectivos son aquellas necesidades, aspiraciones o derechos que no pertenecen a una sola persona, sino a grupos o comunidades. Incluyen, por ejemplo:
- Acceso a la salud y la educación.
- Seguridad y justicia para todos.
- Protección del medio ambiente.
- Equidad en el desarrollo económico.
- Participación ciudadana en la toma de decisiones.
Estos intereses están reflejados en los derechos humanos, las políticas públicas y los programas sociales. A diferencia de los intereses individuales, los colectivos no se negocian en función del beneficio propio, sino del bien común.

El desafío de representar al colectivo en contextos diversos
Uno de los principales retos de la administración pública es lograr que las decisiones gubernamentales respondan al interés general, sin favorecer a grupos de poder o sectores privilegiados.
Por ejemplo, ¿cómo diseñar una política de transporte público que beneficie a quienes viven en zonas periféricas y no solo a los centros urbanos? ¿Cómo distribuir el presupuesto de salud para atender tanto a hospitales especializados como a clínicas rurales?
Tomar decisiones públicas exige reconocer la diversidad social, económica y cultural de la población. No todos los ciudadanos tienen las mismas condiciones ni las mismas prioridades. Por eso, los gobiernos deben apoyarse en herramientas técnicas que permitan diagnosticar problemas y tomar decisiones justas.
La evidencia como base de la decisión pública
Una decisión pública bien fundamentada requiere información precisa. Por ello, es clave desarrollar habilidades para el análisis de datos, la interpretación de estadísticas y la evaluación de programas. Solo así se pueden evitar decisiones arbitrarias o improvisadas.
Por ejemplo, el presupuesto participativo, implementado en varias ciudades latinoamericanas, permite que los ciudadanos propongan directamente en qué gastar parte del dinero público. Este modelo ha demostrado que las decisiones colectivas tienden a priorizar salud, infraestructura comunitaria y educación, en lugar de obras de prestigio o gasto innecesario. Puedes consultar estudios de caso en la base de datos del International Budget Partnership, donde se analiza el impacto de la transparencia presupuestaria en distintos países.
Decisiones éticas y con sentido social
En muchas ocasiones, las decisiones que se presentan como “técnicas” tienen impactos éticos profundos. Por ejemplo, aumentar el precio de la gasolina afecta más a las personas con ingresos bajos. Recortar programas sociales puede perjudicar a comunidades marginadas. La ética pública implica prever estos efectos y tomar decisiones con sensibilidad social.
Por ello, la formación en ciencias políticas y administración pública no puede reducirse a aprender leyes o estructuras. Es necesario formar criterios para identificar dilemas éticos, analizar sus consecuencias y optar por el camino que beneficie a la mayoría, sin excluir a las minorías.
¿Cómo tomar decisiones públicas considerando lo colectivo?
Existen principios que orientan una toma de decisiones públicas centrada en los intereses colectivos:
- Participación ciudadana: Escuchar a las personas antes de decidir.
- Transparencia: Mostrar cómo y por qué se toman las decisiones.
- Equidad: Asegurar que los recursos lleguen a quienes más lo necesitan.
- Responsabilidad: Asumir las consecuencias de las decisiones.
- Sostenibilidad: Pensar en el impacto a largo plazo.
Además, se deben utilizar instrumentos como los presupuestos con enfoque social, los diagnósticos comunitarios, las consultas públicas y las evaluaciones de impacto.
La Universidad CESUMA enseña estas herramientas desde una perspectiva aplicada, para que sus egresados estén listos para influir en el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas.

Casos que ilustran decisiones públicas colectivas
En Medellín, Colombia, el sistema de transporte público Metrocable fue diseñado con base en consultas ciudadanas en barrios de difícil acceso. La decisión de construirlo no fue solo técnica, sino profundamente social: conectar comunidades excluidas del resto de la ciudad. El resultado fue una mejora en la movilidad, pero también en seguridad, empleo y autoestima comunitaria.
En la Ciudad de México, la creación de la Constitución local fue precedida por un proceso participativo en el que miles de personas propusieron ideas y votaron en línea. Aunque no todas las propuestas fueron adoptadas, el proceso evidenció que la ciudadanía puede y quiere incidir en decisiones públicas.
Estos casos muestran que cuando los gobiernos escuchan y consideran el interés colectivo, los resultados son más justos y sostenibles.

Universidad CESUMA: formar para el servicio público con compromiso colectivo
La Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad CESUMA forma profesionales capaces de analizar, diseñar e implementar políticas públicas al servicio de la sociedad. Su plan de estudios combina:
- Teoría política y administración moderna.
- Prácticas de gobernanza participativa.
- Herramientas de análisis cuantitativo.
- Ética pública y responsabilidad social.
Desde el primer cuatrimestre, los estudiantes abordan problemas reales, aprenden a trabajar con datos y se entrenan para tomar decisiones que generen bienestar colectivo.
Además, el programa incluye materias sobre gobierno local, políticas sociales, rendición de cuentas y participación ciudadana. Esto permite que sus egresados se desempeñen con eficacia en gobiernos, ONGs, organismos multilaterales y empresas con responsabilidad social.

Conclusión: el futuro se decide con todos
Las decisiones públicas no deben tomarse en privado. La democracia exige gobiernos que consulten, informen y respondan a sus ciudadanos. La formación académica debe fomentar esta visión y dotar a las nuevas generaciones de las herramientas para construir sociedades más justas.
Si te interesa participar en la construcción de políticas públicas desde una mirada colectiva, ética y profesional, este es tu momento.
Conoce más sobre la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad CESUMA

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