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Muchos desean vivir una paternidad positiva, pero a qué se refiere esto. Con la influencia de los resultados de la investigación en el campo científico de la psicología positiva, el concepto de crianza positiva se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más realizable en la práctica de la crianza.
En palabras sencillas, un comportamiento parental positivo es aquel que desarrolla a los niños a través de sus propias capacidades básicas. En lugar de centrarse en las debilidades y los «déficits» del niño, la crianza positiva sugiere que se haga hincapié y se preste una atención cariñosa a la creación de puntos fuertes y de resiliencia en el niño.
Crianza positiva en acción
De las muchas formas que se utilizan en la crianza positiva, las más básicas son dos: ser un modelo positivo y ayudarles a creer en sí mismos. Profundicemos en ambos.
5 maneras de ser un modelo positivo
Por la forma en que los padres viven su propia vida y hacen lo correcto, tienen una profunda y poderosa influencia en sus hijos, incluso cuando nadie parece verlo. Al fin y al cabo, los niños aprenden a resolver problemas y a pensar de forma crítica sobre el mundo que les rodea, principalmente observando a sus padres.
Algunas de las principales formas en que el comportamiento de los padres puede servir de modelo para el niño son las siguientes:
- Controla tu ira. La ira es uno de los mayores obstáculos para las relaciones humanas importantes. Cuando los adultos actúan de forma impulsiva, se gritan o toman represalias, es muy probable que los niños sigan su ejemplo. Este comportamiento puede conducir más bien a la intimidación en la escuela (acoso a otros niños), pero en ningún caso a su desarrollo de las habilidades de autorregulación, es decir, la capacidad de detener o frenar una determinada acción en lugar de comportarse impulsivamente.
- Deja de culpar a los demás y ayuda a tus hijos a hacer lo mismo. Cuando estés a punto de culpar a otra persona de un problema, ¡detente! Piensa en tu papel personal en ello, muestra empatía por los demás y céntrate en la solución, no en su culpabilidad.
- Aleja la política de la crianza de los hijos. Muchas de nuestras conversaciones sobre temas políticos se han convertido en discusiones y son completamente improductivas. Cuando los adultos hacen comentarios ofensivos sobre otras personas por motivos de raza, religión, nacionalidad, orientación sexual, género u opiniones políticas, los niños piensan que será perfectamente normal que ellos hagan lo mismo.
- Reconoce tus errores. Los niños crecen ahora en un mundo con exigencias irreales de perfección. Cuando los adultos reconocen y aprenden de sus errores, abriéndose así a la retroalimentación y asumiendo la responsabilidad de sus acciones y decisiones, los niños están obligados a aprender a hacer lo mismo.
- Trabaja duro para conseguir tus objetivos. Cuando los adultos se fijan objetivos y se esfuerzan por alcanzarlos, incluso a pesar de los obstáculos que encuentran, son un modelo de habilidades inestimables para sus hijos. Dependiendo de la edad de tu hijo, no tengas miedo de mostrarle cómo estás trabajando para superar los retos de tu vida. Sé positivo y fiable.
5 maneras de ayudar a los niños a creer en sí mismos
Cada niño tiene una brújula interior que, con una crianza positiva, le permitirá creer en sí mismo y tener logros en la escuela y en la vida. Incluso las pequeñas interacciones cotidianas entre los padres y sus hijos tienen el potencial de hacer que esto suceda.
Los padres ayudan a los niños a creer en sí mismos cuando:
- Ayudan a los niños a centrarse en las soluciones en lugar de intentar salvarlos de los problemas. Resolver los problemas de los niños les hace dependientes e inseguros. Escucha con atención, anímalos y apóyalos cuando ofrezcan sus propias soluciones.
- Celebra a los niños por su esfuerzo, no por su inteligencia. Presta atención a sus actos, por pequeños que sean, de valentía, honestidad o preocupación por los demás, y luego diles lo mucho que aprecias esas cualidades.
- Ayuda a los niños a aprender de los errores. Las investigaciones demuestran que, si los niños cometen errores, los niveles de aprendizaje aumentan. Reconoce que no esperas que tus hijos sean perfectos y que lo sean, porque necesitan saber que tu amor es incondicional y no depende en absoluto de sus errores. Más bien, ayúdales a ver y entender sus errores como una oportunidad de aprendizaje efectivo, no como una derrota.
- Cuando los niños culpen a los demás, lloriqueen o se quejen, transforma esto en una oportunidad para descubrir lo que realmente les importa. Muéstrale esas creencias internas que animarán a tu hijo a ser proactivo y socialmente activo.
- Anima a los niños a levantarse después de los fracasos, ¡porque tú crees en ellos! Se una guía útil, especialmente en el momento en que tu hijo reconoce sus problemas, reflexiona sobre sus elecciones, toma decisiones que cambian la estrategia y planifica sus próximos pasos. De este modo, ayudarás a desarrollar la capacidad de recuperación de tu hijo.
La crianza positiva es una herramienta poderosa para que los niños crezcan sanos. Cuando pongas en práctica estas técnicas de crianza positiva, tendrás confianza en la vida de tus hijos, no sólo hoy, sino durante muchos años.
Actualmente además de ser redactora del blog de la Universidad de CESUMA, colaboro en redes sociales de varias instituciones de índole humanista. De carácter alegre y emprendedor, me define la capacidad de apreciar todo aquello que aporta valor e identidad a las personas y promuevo la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
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